Antes de nada, quiero aclarar que no soy ingeniero de mastering al uso, pero cuando llevas tanto tiempo metido en este mundo comienzas a ver y entender todos los conceptos y pasos a seguir dentro de la producción de forma mucho más simple, porque al final del día estamos trabajando con sonido, y al conocer perfectamente cómo funcionan las herramientas que tenemos, como funciona el sonido como tal, y cuál el es resultado que queremos obtener, todo se ve de forma mucho más clara.
ACLARACIONES IMPORTANTES No existe una cadena de mastering mágica. El máster no es más que otro grupo dentro de tu proyecto, solo que con todos los sonidos juntos. Eso implica que el procesamiento debe ser más sutil y controlado.
El mastering suele describirse como el 10% final, esa última capa que cierra una producción. Pero es importante dejar claro que el mastering no arregla una mala mezcla. Su propósito es pulir, cohesionar y preparar el tema para su distribución.
Por eso es esencial que la mezcla llegue a esta etapa en buen estado. A partir de ahí, se trabaja de forma mucho más contenida.
OBJETIVO DEL MASTERING El objetivo general del mastering es mejorar la claridad, reforzar la cohesión sonora y alcanzar un nivel competitivo de volumen. Para ello, es clave saber qué herramientas utilizar y cuándo.
- Corte de subgraves Es recomendable aplicar un filtro por debajo de 30 Hz, ya que estas frecuencias:
No aportan contenido sonoro relevante.
Activan procesos de compresión y limitación antes de tiempo.
Son difíciles de reproducir por la mayoría de los sistemas.
Aunque lo habitual es usar un filtro pasa altos, estos pueden generar artefactos como el preringing. Una alternativa más segura es un low shelf que reduzca suavemente la energía sin alterar la fase.
- Conversión a mono en frecuencias bajas Conviene convertir a mono el contenido por debajo de 120 Hz. Esto estabiliza la imagen estéreo y mejora la compatibilidad en diferentes sistemas de reproducción. En algunos casos el resultado es más efectivo que en otros, por lo que es necesario escuchar y decidir en función del tema.
PROCESOS PARA LOGRAR UNIDAD Una vez limpiado el contenido, el siguiente paso es integrar todos los elementos y dar una sensación de cohesión.
Ecualización La ecualización permite realizar ajustes específicos para:
Aumentar presencia en graves o medios.
Eliminar estridencias en zonas como los 2-6 kHz.
Mejorar la definición en los medios-altos.
Todo cambio en ecualización tiene un impacto en el resto de la cadena, por lo que debe hacerse con cuidado. Por ejemplo, incrementar los graves puede afectar el comportamiento del limitador. También es recomendable no ecualizar justo antes del limitador, ya que podría generar picos indeseados.
Control dinámico El uso de compresión en mastering busca integrar elementos y aportar cohesión, no tanto controlar picos, que es función de otras herramientas. La compresión debe ser muy ligera y transparente en esta etapa.
Ampliación de imagen estéreo Si la mezcla tiene contenido estéreo, se puede enfatizar de forma sutil. Es preferible evitar procesadores que alteran la fase, como ciertos enhancers, y en su lugar utilizar técnicas como:
Procesamiento en paralelo, sumando la señal tratada con la original.
Ecualización mid/side, aumentando los laterales (side) o atenuando el centro (mid) de forma controlada.
Saturación o distorsión armónica Aplicar saturación añade armónicos y densidad. Puede hacerse con plugins dedicados, y lo ideal es:
Aplicarla de forma muy sutil.
Utilizar saturación multibanda si se busca tratar una zona específica del espectro, evitando distorsión en áreas críticas como los subgraves.
CONTROL DE LA DINÁMICA: CLIPPERS Y LIMITADORES Para controlar la dinámica en mastering se utilizan principalmente clippers y limitadores.
El clipper recorta los picos suavemente, generando una distorsión controlada.
El limitador fija un techo (generalmente 0 dB) y permite aumentar el volumen mediante ganancia previa.
Lo ideal es colocar un clipper antes del limitador, para que este último no tenga que trabajar en exceso. De esta forma, se consigue un sonido más limpio y controlado.
CONSEGUIR VOLUMEN SIN ROMPER Aumentar el volumen tiene un límite. Cuando se intenta empujar más allá del punto adecuado, se introduce distorsión audible. La clave está en limpiar y equilibrar la mezcla previamente, antes de llegar a la etapa de limitación.
Uso en cadena de varios limitadores Para evitar que un solo limitador trabaje en exceso, se pueden colocar varios en serie. Esto permite repartir la ganancia y mantener la señal más estable. Por ejemplo, en lugar de subir 15 dB de golpe, se puede dividir en dos o tres etapas sucesivas.
CONCLUSIÓN El mastering no es un proceso mágico ni exclusivo. Es una etapa más de la producción, y su eficacia depende de cuán clara esté la mezcla, qué ajustes necesita y cómo se implementan.
Comprender el propósito de cada herramienta, y actuar con precisión y moderación, permite mejorar notablemente el resultado final.